La habitación no era grande, pero era muy cómoda y acogedora. Me encantó la calidez y amabilidad de Ana, la propietaria, quien nos brindó información valiosa sobre los lugares turísticos de la zona. La ubicación del hotel es espectacular, con vistas increíbles. El pueblo es tranquilo, limpio y bien cuidado. Recomendaría este lugar sin duda alguna.

No encontré nada que no me gustara durante mi estancia. Definitivamente volveré a este hotel para disfrutar de más tiempo en este hermoso lugar.

Mi estancia en Tamara fue maravillosa! El Hotel Rural San Hipolito es impresionante con una hermosa decoración y ambiente encantador. La ubicación es perfecta, justo en la plaza principal donde se encuentra una iglesia gótica impresionante. La amabilidad del personal, especialmente Anabel, es destacable. Todo estaba impecablemente limpio y la cama era muy cómoda. Además, el desayuno fue delicioso y me encantó que invitaran a mi primo sin costo adicional. ¡No puede perderse esta experiencia!

unas vacaciones relajadas en Támara, donde Rural San Hipólito superó nuestras expectativas. La habitación y el desayuno fueron excelentes. Nos encantó la ubicación en el tranquilo pueblo y disfrutar de la cena deliciosa. La relación calidad-precio fue increíble.

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la cena deliciosa y el desayuno abundante y delicioso. El trato hacia los huéspedes es excelente, siempre dispuestos a ayudar en todo. El pueblo es pequeño pero tiene una iglesia gigantesca que vale la pena visitar. También hay un bar muy acogedor al lado de la casa rural para relajarse por la noche. 100% recomendable.

Difícil acceso al hotel, especialmente para personas con movilidad reducida.

Tranquilidad extrema, maravillosa arquitectura románica, excelente atención. Cómoda habitación y propietaria encantadora. Espectacular situación y vistas en pueblo limpio y cuidado. 😊

Hospedarnos en este encantador hotel rural fue una experiencia maravillosa. Las habitaciones tenían unas vistas impresionantes a la plaza y la iglesia de Támara, lo que las hizo realmente hermosas. Además, eran muy cómodas, limpias y contaban con todo lo necesario. El servicio de restaurante nos sorprendió gratamente con platos deliciosos y a precios económicos. El desayuno también fue exquisito. Agradecemos especialmente el trato amable y atento del personal, quienes hicieron que nos sintiéramos como en casa. Sin duda, volveremos.

Lo mejor del hotel fue la amabilidad y atención del personal, quienes siempre estuvieron dispuestos a ayudarnos en todo lo que necesitamos. Además, la limpieza de las habitaciones fue impecable y contaban con todas las comodidades necesarias. El desayuno era delicioso, con un bizcocho casero que estaba irresistible. La ubicación del hotel fue ideal, en una Plaza de la Iglesia con vistas preciosas. Además, el hotel contaba con un aparcamiento gratuito a solo un minuto de distancia, lo cual fue muy conveniente para nosotros.

Todo fue maravilloso.

Aspectos positivos del alojamiento rural en Tamara: el desayuno y la cena fueron maravillosos, con trufas de morcilla, pastel de carne y pimientos rellenos deliciosos. El personal fue amable y servicial en todo momento. La ubicación en la plaza de la iglesia brinda tranquilidad y encanto. Las vistas desde la habitación son espectaculares y la cama muy cómoda.

La habitación era cómoda y el desayuno abundante, con frutas frescas y bizcochos caseros. Anabel y Claudia nos brindaron un trato inmejorable, asesorándonos en visitas y asegurándose de que nos sintiéramos bien atendidos. La tranquilidad del hotel y su ubicación en una zona llena de historia lo convierten en el lugar ideal para desconectar y disfrutar de la arquitectura románica. Volveríamos sin dudarlo.

Imposible encontrar algo 😊

Vistas a la iglesia, habitaciones cómodas, limpieza correcta, platos ricos y económicos, buen desayuno.

Nada.

Las habitaciones son cómodas, limpias y tienen vistas a la preciosa iglesia y a la plaza de Támara. El personal es muy amable y atento. El desayuno es completo y delicioso. Hay un aparcamiento gratuito cerca del hotel.

Me sentí como acogido en una familia, no tengo ninguna queja.

Nos trataron muy bien, siempre dispuestos a ayudar en lo que necesitábamos. Habitación bonita con vistas preciosas. Cena y desayuno espectaculares. Encantador lugar en un pueblo con mucha historia.

No he tenido ningún problema.

Me encantó la comida casera y deliciosa que probé durante mi estancia en este encantador hotel rural. Además, el personal fue muy amable y hospitalario, siempre dispuesto a ayudar. También disfruté de la ubicación estratégica del hotel, con hermosas vistas a una impresionante iglesia y en medio de la naturaleza.

Lo que no me gustó fue el ruido de las campanas de la iglesia, que sonaban cada hora hasta altas horas de la noche. Esto dificultó un poco mi descanso.

Hermosa ubicación y vistas impresionantes. Personal amable y dedicado.- Comida espectacular, atención al detalle.- Encanto y ambiente acogedor.

Nada.

Fuimos con nuestro perrito y el personal fue súper amable y nos ayudó cuando se puso enfermo. Las instalaciones y la comida son de lujo. Volveremos seguro. Muchas gracias.

Puedo recomendar este hotel a todos.